sábado, abril 03, 2010

El precio de mi alma - La soledad de los niños (III)‏

"El precio de mi alma
Hace mucho tiempo ya, tal vez más de treinta, encontré en mi voracidad lectora de aquella época un libro que me fascinó. El libro llevaba eltítulo de este artículo. Fue escrito por una mujer irlandesa extraordinaria, Bernatte Devlin, y trataba de las dificultades de su país para poder ser independiente, pero también, y lo que le da el título a su libro, de cuánto valía su alma. La extraordinaria mujer consideraba que su alma tenía el precio de todo lo que había rechazado para seguir siendo honesta y ética en sus convicciones.Y bien… Mi alma también tiene un precio. El precio de lo que he rechazado desde niña. El precio de creer en la palabra de los niños, de las niñas que han experimentado alguna forma de maltrato o dolor y tratar derepararlos. El precio de atenerme a la verdad, sin cristales rosa, sin negaciones políticamente correctas, convenientes al mundo de los adultos, sin defender a priori la bondad de los padres y la maldad de los niños. Mi alma tiene el precio de renunciar a muchas horas de sueño a cambio de ardua lectura sobre el impacto del maltrato y el abuso sexual en la vida y el psiquismo de las víctimas. Otras muchas horas, más difíciles aun, en leer para tratar de entender qué motiva y cómo actúan los seres humanos que maltratan y abusan sexualmente de sus propios hijos e hijas. Mi amiga Carmen Consuelo siempre me dijo que esto me hacía daño. Talvez tenía razón. Dejé de confiar en muchos seres humanos, pero también aprendí a ver la historia no contada por los adultos, generalmente los victimarios también, sino por las víctimas y los niños. Mi alma tiene el precio de entender en profundidad aquella frase tan dura de Jesús, cuando comparaba a los Fariseos con sepulcros blanqueados. Sepulcros blanqueados… Por fuera blancos, por dentro… llenos de muerte ypodredumbre. Gente que aparenta amar a sus hijos, pero solo busca la satisfacción de sus necesidades sexuales o agresivas… Hombres que victimizan al más débil, léase en ese orden las mujeres y los niños. Hombres que construyen una fachada, se casan, buscan una mujer de su altura social, ojalá con clase y educación, para esconder tras esta fachada toda su miseria. La miseria de encontrar solamente satisfacción y deseo por los niños, incapaces de relacionarse con personas de su misma edad y desarrollo psicológico. La fachada de creer que asustan con su poder, con sus falsas demandas, sus mentiras y verdades a medias, ajustadas a sus propias distorsiones cognitivas. Su mundo falso, donde nunca se asume responsabilidad por sus propios actos, como lo haría alguien adulto. Siempre es el “otro”. “No soy yo” quien no ha podido construir una relación respetuosa con mis hijas, un vinculo profundo, indestructible ante los ataques de la realidad. “Es que no ha podido superar la separación y por eso dice que yo abusé de las niñas”. “Es que ha roto el vínculo con mi hija”. “Se ha vuelto loca, de tanto ver abuso en los niños”. Cualquier justificación absurda como las anteriores, menos aceptar que los niños también entienden cuando se les engaña, se les amenaza con matar a su madre y golpearla; cuando sin ningún respeto, ética o límites entre el bien y el mal se les invade su cuerpo, violando al mismo tiempo su mente ydestruyendo su confianza en los adultos para siempre. Mi alma tiene el precio de escoger a los niños y a las niñas sobre mi tranquilidad, sobre mis necesidades y mis miedos, soportando que me confundan con las víctimas, que no juzguen al abusador sino a los niños y a sus defensores y aun a sus terapeutas. Mi alma, como ven, tiene un precio muy alto. Yo puedo enfrentarme a mi soledad. Pero, usted abusador… cuando está a solas, tras la blanca fachada, a solas con lo que usted en su alma sabe qué es… en el silencio de lo queconstruyó…
¿Cómo se justifica? ¿A quién culpa?
Isabel Cuadros FerréMédica PsiquiatraDirectora EjecutivaAsociación Afecto contra el maltrato infantil
La Asociación Afecto contra el maltrato infantil continúa invitando a sus amigos y amigas, a los amigos y amigas de los niños y niñas, a portar losdías viernes el botón de UNICEF - Afecto (diseño adjunto en PDF), en solidaridad con las dos niñas de 8 y 10 años a quien el Juez 23 de Familia de Bogotá obliga a tener visitas supervisadas, por ahora, con su padre a quienes ellas identifican como su abusador. El juzgado se abstuvo el pasado viernes de autorizar la visita en un centro comercial y las niñas, haciendo uso de su derecho a la libre expresión, consagrado en el artículo13 de la Convención de los Derechos del Niño, ya en el juzgado se negaron a recibir la visita de su padre, por lo cual el Trabajador Social del juzgado las gritó y regañó. La niña mayor golpeó varias veces con su pequeño bolso a su padre y ambas se aferraron a las piernas de su abuela mientras la madre esperaba en la calle, afuera del juzgado. Por ser viernes santo, el día de hoy no habrá visita. Las niñas continúan recibiendo mensajes de solidaridad en el correo de Afectoafecto@afecto.org.co y agradecen especialmente a quienes se han comunicado con ellas por este medio."

1 comentario:

Mónica dijo...

Dra. Rosa:
Comprendo muy bien sus palabras y me llegan al corazón.
Hasta hace un mes trabajaba en un jardín de niños, soy Lic. en Educación Preescolar, y también tengo un consultorio en el que trabajo con niños.
Comiendo libros y buscando modelar algunos ejemplos de vida, por medio de Bernardette Devlin, llego a usted, estoy en un punto en el que quiero impactar a las escuelas, desde otro lugar, el lugar del niño, que irónicamente es el último de la fila, si es que se le toma en cuenta... Estoy en la creación de un proyecto de vida y me da gusto ver que otras personas sean fieles a sus valores y creencias, tomo fuerza e impulso y le doy las gracias por éste su granito de arena en mi.
Atentamente
Mónica