sábado, mayo 22, 2010

Embarazo Adolescente. Panel de Cierre

Resumen de Panel de Cierre de las Jornadas sobre Embarazo adolescente: Factores de riesgo 14 de mayo 2010. Universidad Kennedy. Ciudad de Buenos Aires. Argentina
La adolescencia es una franja etárea de la vida que ha sido reconocida tardíamente en la historia cultural de la humanidad.
Los embarazos adolescentes han ocurrido siempre al igual que en las mujeres adultas.
En la actualidad el embarazo en la adolescencia, se ha constituido en un problema sanitario y social, grave. Se agrava más aún, cuando el embarazo se realiza en condiciones inseguras, sobre todo en situaciones de pobreza y marginalidad.
Se ha mencionado que de cinco Recién Nacidos vivos, es de una madre adolescente. Esta cifra en el Uruguay es igual.
En muchos países latinoamericanos ha descendido la tasa de mortalidad vs natalidad que antes era de 1 /1, en base a que las mujeres de mejores recursos económicos y culturales, optan por tener hijos por encima de los 30 años de edad.
La adolescencia se describe en 3 etapas - entre los 10 a los 19 años de edad –
Nos interrogamos el cómo se desarrollan los embarazos a estas edades y si los mismos son buscados o si son consecuencias de actos accidentales.
Los expositores llegaron a la conclusión de que los embarazos que ocurren en la adolescencia, en la mayoría de los casos son accidentales: - no piensan que el embarazo ocurrirá; se basan en un pensamiento mágico de que con ellas, ese fenómeno no ocurrirá, o desconociendo el uso correcto de los anticonceptivos o simplemente no usándolos. Una adolescente no planifica embarazarse, por lo cual se llega a la conclusión de que el embarazo es un accidente en la vida de una adolescente, sobre todo en edades tempranas.
Pueden ser consecuencia de una relación casual, o de pareja constituida – independientemente que sea una unión legalizada por matrimonio o concubinato, o puede ser fruto de una violación.
Todos los Panelistas de estas Jornadas, destacaron los fenómenos biológicos, psicológicos y sociales, en la adolescente que cursa un embarazo. Esta frase destaca dos ítems: 1) Se trata de una persona de sexo femenino – mujer – que está cursando la etapa de su adolescencia y 2) Que en esta etapa además de estar cursando su adolescencia, esta mujer se enfrenta al curso de un embarazo
Se señaló que un embarazo en una adolescente de 10, 12 o 13 años – adolescencia temprana – reviste mayor gravedad, que en la adolescencia media, o tardía. En estas 2 últimas etapas, los embarazos en las clases de bajos recursos económicos, puede ser vivido como un triunfo, como algo propio y valioso a conservar, en tanto que en las clases medias o altas – salvo parejas constituidas – en general al no ser buscados, terminan en abortos seguros. En las clases de baja condición social, terminan en abortos inseguros, con graves consecuencias que pueden llevar a la muerte.
Se insistió que los profesionales que tratan adolescentes tienen que especializarse en esta franja etárea y que desde la niñez temprana, tienen que trabajar junto a los médicos pediatras.
Se señaló que es necesario que los médicos ginecólogos se formen en su especialidad y presten atención a los dolores menstruales que presentan las mujeres.
El Prof. Dr. Mural manifestó que la Asociación de Endometriosis ha detectado una demora diagnóstica del 10% de la población que consulta en esta patología, y que en algunos casos se ha demorado hasta 5 a 7 años en ser diagnosticada. Sacando la conclusión de que muchos profesionales siguen pensando que el dolor en el período menstrual es normal y no estudian en forma correcta a las adolescentes, con la consecuencia de secuelas de esterilidad que conlleva la patología mencionada.
Se mencionaron las diferentes reacciones según las edades, tanto en el embarazo adolescente, al igual que en el parto, destacando la tristeza hasta ideas de autoeliminación, hasta llegar al suicidio.
Respecto al embarazo es mal tolerado físicamente y psicológicamente y en edades tempranas no se tendría conciencia del mismo. En las clases altas y en la adolescencia media si sigue adelante el embarazo, los padres de la adolescente se transforman en abuelos-padres o en padres-abuelos y la joven sigue estudiando después del parto. Los sistemas educativos expulsan en su gran mayoría a las adolescentes, sea cual sea su clase social. Las adolescentes de clases económicas bajas, abandonan sus estudios.
No todo embarazo adolescente en edad media o tardía es riesgo físico, pero el riesgo aumenta en forma inversa a la edad de la madre adolescente.
Se considera que se trata de embarazos precoces porque la adolescente no ha completado su desarrollo y crecimiento. Un embarazo a esta edad, no la hace madurar más rápidamente y no acelera esto factores mencionados: la adolescente sigue con los conflictos propios de su edad.
Hasta que no se realice una educación sexual adecuada de padres, adolescentes – incluida la población en general, desde el Sistema de Salud, no podremos solucionar tan grave problema. La educación sexual debería comenzar desde el Jardín de Infantes, señalando las diferencias sexuales y el respeto entre los Géneros.
Durante el embarazo, las adolescentes no cumplen los controles necesarios de su embarazo.
Se destacaron fallas en la Atención Primaria y se habló de la necesidad de espacios y talleres para adolescentes que permitan que ellas y ellos hablen de estos temas: relación de pareja, embarazo, parto y aborto.
También existen fallas en la Atención Secundaria: luego de un aborto, la adolescente queda nuevamente embarazada y aún más, en general la adolescente es hija de una madre que era adolescente a su vez, en la concepción de la misma.
Los especialista coinciden en que es necesaria la Educación Sexual e insistir en la enseñanza de la anticoncepción. La adolescencia es una etapa de la vida en donde existe la búsqueda del placer y en esa soledad y búsqueda, puede encontrarse con las consecuencias del sexo y / o con drogas.
Los y las adolescentes no tienen como proyecto de vida inmediato ser padres, salvo en sectores de pobreza, en donde tener un hijo es una forma de identidad materna, y como única forma de tener algo propio y valioso.
Las cifras de suicidio después del embarazo y parto – cifras del Ministerio de Salud Público en Argentina – son del 34.7% en tanto que la cifra de suicidios después del aborto son del 5.9%. Estos hechos determinaron que en los Certificados de Defunción se haya agregado el ítem de interrogar, cuándo fue la fecha del último embarazo de la mujer.
Es imprescindible en Latinoamérica que se profundice en las Políticas Sanitarias sobre estos temas.
Se desconocen cifras de abortos seguros y las cifras de abortos inseguros se presumen que son la punta de un iceberg, dado que tan sólo se tienen cifras de los abortos inseguros que han tenido mala evolución.
Se realizaron las siguientes Propuestas a tener cuenta, amén de la necesidad de Políticas Sanitarias, ya mencionadas que incluyen la Educación Sexual:
1) Brindar apoyo social a la adolescente embarazada. 2) Información sobre Controles
de Salud. 3) Mejorar el acceso al control prenatal 4) Asegurar la asistencia de toda la población adolescente por Personal Especializado. 5) Brindar atención en tiempo y forma en las consultas ginecológicas y obstétricas 6) Trabajar siempre en Equipo. En conjunto y en la interdisciplina.
Tanto el embarazo, como el parto y el aborto pueden tener graves consecuencias tanto a nivel físico como psicológico, llegando incluso a determinar la muerte de la adolescente involucrada.
En general el varón está ausente en el aborto y muy pocas veces presente durante el embarazo.
¿Qué siente el varón frente al embarazo que ha generado y frente al aborto realizado?
Quizás esta pregunta sea el punto de partida para otras Jornadas.

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